sábado, 2 de agosto de 2014

PITCH PERFECT



Las peripecias de los grupos A capella en las universidades norteamericanas, son descritas en esta película con gracia ridícula, enormes clichés y un lógico parecido con la serie Glee. Por suerte, resulta mucho más agradable gracias a las voces de los artistas, menos irritantes que la de Lea Michelle, y a la interesante elección de canciones clásicas y contemporáneas, sin caer en lo básico. 

Anna Kendrick hace una sencilla interpretación de una chica de clase alta con deseos de triunfar en el mundo de la producción musical, que por cosas de la vida termina uniéndose a un grupo de música sin instrumentos. Sus más llamativas compañeras de escena son la dulce Brittany Snow y la chocarrera y divertida Rebel Wilson, quienes unidas a Kendrick son quienes llevan la batuta en esta cinta.
Un desconocido (para mí) Skylar Astin, es una encantadora sorpresa como el protagonista masculino, quien al fin pudo probar que para ser bueno en música y baile, un actor no tiene que ser necesariamente una copia de Zac Efron. Astin tiene rostro de hombre, cuerpo de hombre, voz de hombre y maneras de hombre (si es gay en la vida real, lo esconde muy bien), y debido a eso consigue atraer al público femenino sin necesidad de sonrisitas de crío u ojos brillantes de anime.

Aunque predecible, Pitch Perfect es una buena elección para quienes disfrutan el cine musical sin pretensiones de parecerse a Broadway, para quienes gozan de las comedias norteamericanas llenas de humor grotesco y personajes imposibles, y para quienes desean un escape de películas serias y pomposas.

Personalmente y a pesar de ser una especie de híbrido entre Triunfos Robados y Glee, la cinta me gustó, y de seguro la veré de nuevo cuando el aburrimiento me obligue a buscar una alternativa entretenida.

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