miércoles, 7 de junio de 2017

WONDER WOMAN

Debo comenzar diciendo que a pesar de las críticas positivas que leí, no estaba convencida. Ya había recibido muchos golpes del DCEU como para esperar algo realmente bueno esta vez, y OH POR DIOS, me callaron la boca con un producto que me hizo sentir orgullosa y satisfecha.

Gran parte del éxito de Wonder Woman conmigo, son los puntos que tiene en común con una película que amo: Captain America: The First Avenger, pero no necesariamente porque haya escenas casi calcadas (aunque ayuda bastante), sino porque su personaje principal también me genera simpatía infinita. Encontré a esta Diana Prince adorable. En su inocencia parece una niña que puede patearle el trasero a quien se le atraviese, si siente que está haciendo lo correcto. Había leído también que el personaje de Chris Pine (Steve Trevor) era el corazón de la película, y es cierto en parte, porque Gal Gadot también lo es. Se complementan tan bien, que no puedo concebir la película sin la química que demuestran. Nutren la pantalla.

La historia inicial de Diana, en Themyscira, se toma su tiempo. No se siente afanada o torpe y esto es crucial para las bases del personaje. Entendemos su curiosidad y desobediencia, porque han sido rasgos suyos desde siempre, no algo que surgió en el guión por comodidad. Las amazonas Hippolyta y Antiope son fundamentales en el crecimiento del personaje, y a pesar de su corto tiempo en pantalla, resultan efectivas.

La única falla importante que le encontré a la película, fue la forma en la que manejaron la batalla final con el villano y el pobre uso que hicieron de David Thewlis, uno de mis actores favoritos (por favor vean Besieged). Diálogos innecesarios y demasiado cursis (no entiendo cómo quienes metieron mano en el guión, decidieron que eran las palabras perfectas para el enfrentamiento), y efectos especiales que me recordaron a Incubus de Suicide Squad, me desinflaron un poquito.

No tengo palabras para describir lo agradecida que estoy con Patty Jenkins por entregar una película sólida, con un argumento coherente y una narrativa lógica.
No, Wonder Woman no es una película grandiosa, tiene detalles idiotas (aún no comprendo la risa caricaturesca de los villanos después de lanzar un gas tóxico en un salón lleno de militares alemanes), pero es una muy buena. Una mejora indiscutible para el DCEU. Ojalá los ejecutivos de Warner y otros directores tomen nota, y se den cuenta de que para hacer una película seria, no tienen que llenarla de filtros negros y exceso de solemnidad.

Por último, quiero pedirles un favor: véanla en cine.
Si esos mismos ejecutivos que querían eliminar la mejor escena de la película (esa gloriosa en la que Diana sale de la trinchera para tomar de una vez su rol como Wonder Woman), se dan cuenta de que una superheroína es rentable, podrán sentir deseos de seguir invirtiendo su dinero en este tipo de historias.
Si pagaron boleta para BvS: Dawn of Justice y para Suicide Squad, es lo menos que pueden hacer.

miércoles, 8 de marzo de 2017

LOGAN

Dirigida por James Mangold (Girl, Interrupted; Walk the line; 3:10 to Yuma -remake- y The Wolverine), Logan me pareció la clausura perfecta, y tal vez inmerecida, para una trilogía inestable. Western, road movie, drama y acción se fundieron en una pieza sólida argumental y visualmente, que me dejó satisfecha por completo al salir de la sala de cine. Con X-Men, la última vez que me pasó eso fue con First Class, hace ya varios años. Ojalá los guionistas de las próximas entregas de la franquicia tomen nota y se den cuenta de que contar una historia relativamente simple y con personajes limitados, puede ser infinitamente mejor que atosigar al público con múltiples lineas argumentales y más personajes de los que pueden manejar.
No es cantidad, es calidad.

Hugh Jackman encarna a la perfección a este Logan cansado y enfermo que nos hace sufrir desde la primera escena, y acompañado de un IMPECABLE Patrick Stewart, juega con nuestras emociones a placer. Da gusto ver a este par de grandes actores luciéndose gracias al prolongado tiempo en pantalla que comparten.
Boyd Holbrook es el villano arrogante perfecto y se echa de menos cuando entra un villano más "importante" (un relativamente plano Richard E. Grant) en el panorama. Stephen Merchant cumple en un rol ajeno a su recorrido actoral, y la pequeña Dafne Keen como el arma letal y extraordinariamente poderosa, es la cereza del helado.

Las escenas de acción están bien cuidadas y el gore mostrado no se me hizo gratuito, cumple un propósito obvio y casi que liberador para la historia del protagonista, y está equilibrado con secuencias tranquilas y hasta cómicas.

(SPOILERS)

La única macha que puedo encontrar en la película, es la ausencia de una explicación clara con respecto a eso "terrible" que hizo Charles Xavier. Sí, me lo imagino, pero necesitaba la versión explícita, aunque entiendo que pudo manejarse de esa forma para darle un final pacífico al personaje y dejarnos despedirnos de él aun con simpatía.

El final me rompió el alma, más que por la despedida de Logan y Laura, o por la muerte del héroe, por esa cruz en X sobre la tumba de Wolverine.

Más rotundo no puede ser el final de una era.

miércoles, 8 de febrero de 2017

HIDDEN FIGURES

A veces surgen películas bonitas, bien hechas, conmovedoras más no devastadoras, que se dejan disfrutar como un helado en una tarde caliente. Eso es Hidden Figures para mí. En una temporada llena de películas con alto contenido dramático, la historia del grupo de mujeres afroamericanas que trabajaban como computadoras para la NASA durante el nacimiento de la era espacial norteamericana, resultó refrescante.

Bajo la dirección de Theodore Melfi (St. Vincent), las tres protagonistas se lucen en roles inspiradores y valientes. Taraji P. Henson interpreta a la superdotada Katherine Goble, Octavia Spencer a la adorable Dorothy Vaughan y Janelle Monáe a la efervescente Mary Jackson, y rodeadas de actores como Mahershala Ali, Kevin Costner (AKA Envejezco como los dioses) y Kirsten Dunst, llenan de matices sus personajes enriqueciendo una trama que tal vez hubiera resultado demasiado densa si sólo se hubiera concentrado en la parte académica.
El único que no me gustó en el reparto, fue Jim Parsons, quien no logra alejarse de Sheldon Cooper de The Big Bang Theory.

De buen ritmo, buen argumento y muy buenas actuaciones, ésta película, la bonita, no la más trágica o la mas rimbombante, será la que busque en el futuro para repetir cuando quiera sentirme un poquito satisfecha con el mundo. Cuando quiera pensar que no todo es malo. Cuando quiera recordar que eventualmente a todos nos llega una recompensa si sabemos luchar nuestras batallas.


HACKSAW RIDGE

Dirigida por Mel Gibson, y basada en hechos reales, la película nos cuentra la historia de Desmond Doss, un soldado-paramédico enviado a Japón durante la Segunda Guerra Mundial, quien para mantenerse fiel a sus ideales religiosos, escogió enlistarse sólo para salvar vidas y entrar en combate sin armas para defenderse. Efectivamente es una premisa muy atractiva, pero por poco la narrativa de la primera mitad me hizo perder la fe. Lenta, cursi y con diálogos algo ridículos me hizo sentir incómoda e incluso preguntarme qué carajos estaba pensando Gibson para llenar de tanto azúcar su película. Corto tiempo después, comencé a entenderlo. Tenía que endulzarnos a modo de preparación para el festival de violencia que venía luego.

Andrew Garfield está perfecto como Doss en sus dos etapas, la ridícula pero de algún modo adorable, y la heroica totalmente convincente. Es un gran actor (lo vengo diciendo desde esa dolorosísima Never let me go), y lo sigue demostrando cada vez que tengo el placer de verlo de nuevo. Logró conmoverme hasta las lágrimas en unas tres ocasiones sólo con sus expresiones faciales. Teresa Palmer cumple, pero ahí se queda, siendo un hermoso personaje decorativo. Hugo Weaving como un alcohólico veterano de guerra no me convenció mucho, y Rachel Griffiths, quien interpreta a su esposa, sólo tiene uno o dos momentos rescatabes.
Sam Worthington, conocido por interpretar a Jake Sully en la (aún maravillosa para mí) Avatar, lo hace bien como el Capitán Glover, un personaje recalcitrante con un tardío cambio de corazón, y Vince Vaughn conocido sobre todo por comedias y ese desastroso remake de Psycho, logra conectar con el público gracias al Sargento Howell. Sin importar lo desagradable que sea, no le deseamos mal. Con ambos me pasó algo similar a lo que me ocurrió con David Schwimmer en Band of Brothers: sorpresa muy agradable.

La acción es aterradora, y no uso ese término a la ligera. Realmente sentí deseos de salir corriendo de la sala de cine durante las escenas más violentas, pero supongo que eso está bien, me sumergí. El sonido es sobrecogedor, no sería raro que se llevara algún premio Oscar por la mezcla o edición del mismo.

¿Es una gran pelicula? Tal vez no, pero es una muy buena, y a pesar de ese comienzo soporífero, muy buena es suficiente para mí.

domingo, 22 de enero de 2017

MANCHESTER BY THE SEA

Llegué a esta cinta sin leer críticas muy detalladas, esperando simplemente una buena película, y me sorprendió gratamente descubrir que es una extraordinaria. Del director Kenneth Lonergan (Margaret, You can count on me), conocido también por su trabajo como guionista (Analyze This, Gangs of New York), Manchester by the sea es un íntimo retrato de cómo el dolor, ese dolor insondable que sólo una gran pérdida puede causar, se queda en nosotros como un tatuaje en la piel.
El personaje principal, Lee Chandler, es un conserje a quien pronto le cambia la vida cuando le comunican que su hermano mayor ha muerto y lo ha dejado a cargo de su único hijo. En cuidadosos "flashbacks", muestran un Lee apasionado, que tiene una familia cariñosa, y lleva una relación cercana con su hermano y su sobrino, y poco a poco la película nos va revelando las circunstancias que lo llevaron a distanciarse de su familia adoptando un estilo de vida carente de entusiasmo.

Casey Affleck es magnífico como Lee, y representa de forma efectiva todas las facetas de este personaje, conmoviendo profundamente al espectador. Nunca esperé tal calidad actoral de parte suya. Kyle Chandler como su hermano mayor Joe, convence, e incluso consigue que el público se encariñe con él y lamente su desaparición. Michelle Williams, a pesar del poco tiempo en pantalla, entrega una interpretación sólida y emotiva, pero probablemente quien se destaca más -después de Affleck- es el jovencito Lucas Hedges, quien personifica a Patrick, el sobrino de Lee. Las interacciones entre ambos, llenas de choques y fuerza interpretativa, le dan perspectiva a los conflictos.

Increíblemente dura, de narrativa en dos tiempos para no soltarlo todo de golpe, y embellecida con los tranquilos y fríos paisajes marítimos, Manchester by the sea es la película obligada de la temporada para los amantes del cine de drama con argumentos inteligentes y diálogos desesperanzadores.
En su infinita tristeza y terrible realidad, y a pesar de haberme hecho llorar en varias ocasiones, quiero verla de nuevo. Es una hermosa obra que nos recuerda la fragilidad del ser humano, y la importancia de vivir y atesorar cada momento con nuestros seres queridos.

Si tienen oportunidad de verla, no lo duden. Vale la pena.



domingo, 15 de enero de 2017

MOONLIGHT

Ví esta película esperando violencia explícita, y me dejó gratamente sorprendida la sutileza con la que manejaron los elementos delicados. También me sorprendió la juventud de su director Barry Jenkins (37 años), y la madurez de su trabajo.
Moonlight no es la típica película dramática sobre guetos y drogadicción, con escenas amarillistas y prolongados e innecesarios despliegues de poder, se centra enteramente en la vida de Chiron, y todo lo demás pasa a ser sólo parte de un paisaje que lo enriquece a él.
La película no nos desconecta, a pesar de su narrativa dividida en tres tiempos, y eso es algo bueno, porque además de tiempos, también cambia de actor principal sin ningún tipo de trauma para el espectador.
Little, como llaman a Chiron durante su niñez, es una criatura apocada e inocente, interpretada de forma conmovedora por Alex Hibbert. El Chiron adolescente (Ashton Sanders), es una bomba de tiempo, detonada por la mayoria de personas a su alrededor, incluso su madre. El Chiron adulto, llamado Black (apodo dado por su mejor amigo durante su adolescencia), es un hombre cansado, con un exterior rudo, que contrasta de forma sorpresiva con su aún latente fragilidad.
Curiosamente, las mujeres en la vida del personaje principal no fueron cambiadas dependiendo de la época. Su madre, interpretada por una extraordinaria Naomi Harris (Skyfall, 28 days later), una mujer llena de errores a quien vemos caer en la droga de forma hasta grotesca, sería la carga femenina "negativa", siendo la positiva Janelle Monae (cantante incursionando recientemente en la actuación con Moonlight y Hidden Figures), en el rol de Teresa, la dulce y comprensiva novia de Juan, el vendedor de crack que resulta ser lo más parecido a una figura paterna para Chiron.
Este narcotraficante, a quien le dio vida Mahershala Ali (Luke Cage, The Hunger Games; Mockingjay, The Curious Case of Benjamin Button), resulta increíblemente dulce a pesar de sus actividades delictivas, y es uno de los personajes que más se disfrutan, sin importar su corta duración.
Esta cinta basada en la historia "A la luz de la luna, los chicos negros se ven azules" de Tarell Alvin McCraney, me conmovió profundamente y me hizo ver que algunas veces el tipo de cine que no es de nuestra preferencia, puede dejarnos más satisfechos que el que sí lo es.

lunes, 9 de enero de 2017

THE GIRL ON THE TRAIN

Despues de leer muchas reseñas negativas, estaba preparada para que esta película fuera un bodrio infumable, pero me sorprendió ver que no es tal. No, no es la octava maravilla, pero tampoco es la tragedia cinematográfica que me comentaron varios conocidos.
Del director Tate Taylor (The Help, Get on up), The Girl on the Train es un thriller lleno de clichés, pero no por eso necesariamente malo.

Emily Blunt se luce en el papel principal, y nos deja ver claramente por qué es una de las mejores actrices de su generación. Allison Janney siempre cumple, y fue agradable verla en un rol de autoridad. Rebecca Ferguson y Haley Bennet interpretan -a mí parecer- figuras similares en su naturaleza pasiva, que trabajan para que el personaje de Blunt, a pesar de su carga tóxica y desesperante, se destaque. Luke Evans convence como esposo abusivo, igual que Justin Theroux, a pesar de tener tonos totalmente diferentes. Edgar Ramirez, la única presencia masculina positiva, me dejó un poco confundida, pero no por su actuación, sino por la aparente desconexión entre el nombre de su personaje y su evidente estatus de latino -¿o español?- en la película.
Aunque la última frase me dio vergüenza ajena, porque parece salida del diario de cualquier adolescente norteamericana, la cinta me entretuvo. No me tuvo al borde de la silla, porque es increíblemente predecible, pero a pesar de eso la disfruté. 

DEEPWATER HORIZON

Del Director Peter Berg (Battleship, Hancock, Lone Survivor y -probablemente lo mejor en su haber-  Friday Night Lights), la película nos cuenta el desastre ocurrido en la plataforma petrolera del mismo nombre en el año 2010.
Dejando de lado, MUY de lado, las repercusiones ecológicas (además de una nota al final de la cinta y una escena con una cigüeña afectada por la tragedia, no se dice absolutamente nada), Deepwater Horizon se centra en el heroismo de los empleados de la plataforma, y en su lucha para sobrevivir después de la explosión.
Un efectivo Mark Wahlberg -que lo hace bien siempre y cuando tenga un buen personaje a mano- nos convence, acompañado de un todavía prometedor Dylan O'Brien y un respetable Kurt Russell. Kate Hudson no se esfuerza demasiado con un papel medio plano, y le deja a la otra mujer en el reparto el trabajo de conectarnos con la fuerza femenina. Por suerte, esta otra mujer es la enérgica Gina Rodríguez. John Malkovich desluce en un títpico rol villanesco alejado de cualquier sorpresa.
Las secuencias de acción se tardan lo justo en presentarse, y no duran tanto tiempo como otros directores hubieran podido tomar. Es agradable sentir que no están abusando de los efectos especiales cuando están contando un drama, dentro de todo, tan humano.
Eso sí, el tono de "America, fuck yeah" está presente en varios detalles, entre ellos una bandera estadounidense en el momento más ridículo para mostrarla.
Entretenida, bien hecha y hasta conmovedora (terminé llorando, pero eso realmente no es algo tan raro), fue una experiencia agradable e incluso me arrepiento de no haberla visto en cine.