sábado, 9 de agosto de 2014

Aullido



Era una noche de luna azul y aguas turbulentas, encubierta por la tranquilidad de las estrellas en el cielo.
Ignorando el frío, la niña correteaba en la espesura de un bosque tan verde como sus ojos, del mismo modo en que siempre lo había hecho con sus hermanos; sin embargo, pronto descubriría que su destino difería plenamente de lo que creía conocido.
Sujetó su falda, y desatando los bríos que su madre le reprochaba, echó a correr hacia lo que su padre llamaba “el foso de tinieblas”, una colección de altos y retorcidos árboles en donde, según él, la luz de la luna era incapaz de penetrar.
“No vayas ahí, Ana”, le decía. “Hay cosas temibles en la noche, que permanecen ocultas a nuestros ojos y no deben ser descubiertas”.
Mientras pensaba en lo ridículas que consideraba las leyendas, la niña escuchó un ruido a su espalda y soltó una risita de nerviosa anticipación. Su hermano favorito solía salir de entre los arbustos para atraparla y hacerle cosquillas una vez la tenía en el suelo, pero cuando sintió el filo de una daga perforando la piel de su cuello, se percató de su propia vulnerabilidad.
Pronto advirtió que no era un arma lo que la había atacado, eran colmillos, y parecían destrozarla a medida que la invasión en la carne de sus hombros y su espalda se profundizaba.
Intentó pedir auxilio a gritos, sin lograrlo, pues la conmoción y el miedo, como un par de viejos amigos, se unieron para impedirle si quiera abrir la boca.
Mientras el dolor irrumpía en su cuerpo arrastrándola hacia la inconsciencia, y a sus oídos llegaban los sonidos húmedos de la sangre en sus heridas, percibió la tibia cercanía de una anormal respiración.
Repentinamente, sintió un fuerte golpe en su columna, una sacudida en todo el cuerpo, y se vio lanzada por los aires, antes de chocar contra uno de los enroscados árboles. Aterrizó en el suelo, cara arriba.
Entonces vino el aullido. Uno lleno de dolor tras el cual la bestia se acercó a ella y sin visible intención de atacarla de nuevo, la observó fijamente.
Ana pensó que su padre había mentido, porque a pesar del intrincado diseño de los árboles, lograba ver la luna reflejada en aquellos ojos castaños.
Ojos cálidos... familiares...
Su propio cambio la tomó por sorpresa, naciendo en su interior, desgarrando sus entrañas, intentando librarse de un cuerpo que no le pertenecía. Su piel manchada de escarlata chasqueó al romperse, y sus huesos crujieron adaptándose a su nueva condición. El pelaje surgido de su piel era rojizo como su cabello, pero no estaba trenzado, era libre y se extendía a lo largo de su ágil cuerpo, así como el verdor del bosque parecía derramarse por completo en la colina.
Ahora, Ana era justo lo que su madre solía decir, una niña lobo, y como tal, comprendió por qué su padre había inventado las historias acerca del foso... y por qué desaparecía durante las noches de luna llena.

sábado, 2 de agosto de 2014

LA SOURCE DES FEMMES


Esta película es tan maravillosa en tantos niveles que cada ser pensante sobre la faz del planeta debería verla.


A pesar de las diferencias religiosas y socioculturales entre oriente y occidente, la batalla de los sexos es una constante universal en la que el género femenino siempre resulta perjudicado... hasta que alguien se harta y eleva su voz para hacerse oír. 

En este caso se trata de Leila, una joven casada interpretada por Leila Bekhti (la adorable Zarka de Paris Je t’aime) a quien se le ocurre la brillante idea de cambiar las costumbres en busca del bienestar de las mujeres de su tribu, una pequeña comunidad en las áridas montañas de Oriente Medio en donde son las mujeres las encargadas de abastecer de agua sus hogares. ¿El problema? El líquido sólo se encuentra en lo alto de una colina rocosa completamente inapropiada para el tránsito humano.
De la mano de su esposo (un profesor de mente abierta), la vieja Fusil (el cerebro femenino del clan), y las mujeres del pueblo, Leila lucha por sus ideales y logra su cometido a base de amor... ó bueno, la “privación” de él.

Un drama cómico-musical en el mejor sentido de la palabra, que sin necesidad de una historia lastimera (en lo que caen casi todas las películas en los desiertos árabes), nos hace reflexionar en las situaciones aparentemente inverosímiles, que aún ocurren en los rincones del mundo.

THE RAVEN



La cinta protagonizada por John Cusack, plantea un argumento, sino novedoso, al menos digno: ¿qué hubiera ocurrido en la Baltimore de 1849 si un sádico asesino hubiera utilizado las obras de Edgar Allan Poe para basar su carrera criminal? 

El film nos sitúa en los últimos días de vida del autor, antes de ser hallado medio muerto en una banca pública, y nos sumerge en una de las múltiples explicaciones para su desaparición “pre-mortem”.

En términos de libreto, la película es un viaje fugaz hacia las obras del extraordinario escritor, acompañado de leves toques de humor gótico (si es que tal cosa existe) y parlamentos predecibles en la voz de Cusack, quien debido a su energía en voz alta, parece en ocasiones una mala copia de Al Pacino. En términos de imagen, la oscuridad, los parajes nublados y las sobrias escenas de “gore” están a la orden del día, como en esa maravillosa Sweeney Todd de Burton. En términos de actuación, el señor Cusack hace una decente interpretación de Edgar Poe, pero quien llena un poco más la pantalla es el inspector Emmett Fields, caracterizado por un no muy reconocido Luke Evans (Zeus en la desastrosa Immortals, y Bardo en El Hobbit: la desolación de Smaug), cuyo carácter moderado y maneras elegantes lo hacen sobresalir, a pesar de que su forma de interpretar es sospechosamente similar a la de James McAvoy (¿No les ha sucedido? “Este actor actúa igual a este otro...” Recordemos al talentoso Brad Renfro -RIP- y su estilo Ethan Hawke).
 
Las actuaciones secundarias son sólo eso. Y es una lástima porque una figura como Brendan Gleeson debió haber brillado más. La chica que interpreta a Emily, el interés amoroso de Poe (una mujer tan plana y simple, que ni siquiera me tomo el trabajo de buscar su nombre) es una entidad antropomorfa llenando el espacio que una buena actriz hubiera colmado de fuerza. El villano es un híbrido, tanto físico como actoral, de Thomas Jane y Hugo Weaving, y eso no es bueno, pero tampoco es malo. Simplemente Sam Hazeldine recibió su paga por hacer exactamente lo que el director James McTeigue (V for Vendetta) necesitaba.

Contrario a lo que podría pensarse, la película me gustó.
Como una clase de homenaje superficial a la carrera de Poe.
Como una especie de film de Tim Burton sin Tim Burton.
Como una buena alternativa para un fin de semana aburrido.

LAWLESS



Buena película que fusiona de forma casi perfecta un western con un film de gángsters. 

Estelarizada por un óptimo elenco (Tom Hardy, Shia LaBeouf, Guy Pearce, Gary Oldman, Jessica Chastain, Mia Wasikowska y un relativamente nuevo Jason Clarke), la cinta nos sitúa en la prohibición de licor durante los años 30’s en el condado de Franklin, Virginia.

Centrándose en las vidas de los hermanos Forrest, Howard y Jack Bondurant, y gracias a la impecable fotografía y a esa melancólica música country, la película es un delicioso y violento viaje a través del contrabando de whisky ilegal. 

El personaje de Tom Hardy -Forrest, la cabeza del clan-, aparentemente tranquilo y vestido con ese saco de lana digno de un abuelo, es, gracias a su forma de expresarse llena de gruñidos y miradas expresivas, más que un padre autoritario para sus hermanos, una especie de madre gruñona... que utiliza manoplas de acero, armas de fuego y navajas de barbero contra sus enemigos. Jason Clarke -Howard, el brazo de hierro-, es un fuerte alcohólico que debido a su temperamento y complexión física, es el guardián del negocio familiar. El rol de Shia LaBeouf -el cabeza de chorlito e irreflexivo Jack-, es un retrato algo ingenuo del típico hombre joven con deseos de sobresalir, pero por una razón específica, su caracterización no es tan conmovedora... Y esa razón específica es Dane DeHaan (Chronicle), quien interpreta a Cricket, su mejor amigo y cómplice de los Bondurant. Este personaje es tan maravilloso en su candidez y simpatía que le roba de forma calculada el protagonismo a un LaBeouf que hace un digno esfuerzo, pero cuenta con la mala suerte de compartir escenas con él... y con Hardy.
Los personajes femeninos, Maggie Beauford (Chastain), una ex-bailarina exótica de la época, y Bertha Minnix (Wasikowska), la hija de un severo predicador, lastimosamente son sólo complementos de sus parejas en el film (Forrest y Jack).
El personaje de Gary Oldman -el corrupto Floyd Banner- es casi insignificante, con tres o cuatro escenas cortas.
Guy Pearce, como Charley Rakes hace una interpretación caricaturesca (Tal vez sea una tendencia tener villanos tipo “cartoon”, ¿qué sé yo?), de un vigilante enviado por el procurador de distrito para terminar con el contrabando de licor. Bizarro en sus maneras personales, y despiadado en las laborales, es una marioneta macabra en manos de un refinado titiritero.

Tan sobria como oscura, gracias a esas sangrientas escenas manejadas con el pincel más elegante de John Hillcoat, y a pesar de sus imperfecciones, Lawless es sensacional por su calidad y sutileza.

AUX YEUX DE TOUS



Película francesa de acción, de buena calidad argumental, y decente desarrollo.

La premisa del filme es la siguiente: un joven y experto hacker -Anonymous_26-, con Ph.D en control de cámaras web y de vigilancia, encuentra el video sin publicar de la  explosión de una bomba en el aeropuerto.

Gracias a su especializado manejo del cyber espacio, descubre quienes están detrás del atentado, y se dedica a ahondar en el asunto, intentando convertirse en una especie de héroe anónimo, pero para este remedo de justiciero nada resulta según lo planeado, porque lejos de alcanzar la gloria ó la satisfacción personal del deber cumplido, su actividad ilegal lo lleva a un viaje a través de asesinatos a sangre fría y conspiraciones políticas.

Centrándose en tres personajes además del hacker: un oficial gubernamental corrupto, una policía y su pareja -un conserje del edificio en el que trabaja el político-, la película es sencilla de entender y más entretenida de lo que resultan las cintas norteamericanas de bajo presupuesto; asimismo, la forma en la que es narrada visualmente, resulta atractiva, enérgica e ingeniosa.

Personalmente me gustó, y me recordó que en cuestiones de cine de acción, Francia tiene una visión interesante.

LE GAMIN AU VÉLO



Llena de la más fina sutileza del cine francés Le Gamin au Vélo -El Chico de la Bicicleta- es la conmovedora historia de Cyril (Thomas Doret cuya naturalidad nos hace recordar a ese impecable Christian Bale de Empire of the Sun), un niño de once años, y su búsqueda de un lugar propio en el mundo. 

Marcada por el rechazo de su padre -quien lo abandona sin explicación en un refugio-, y por la búsqueda incansable de un improbable reencuentro, la vida del niño comienza a cambiar gracias a la presencia de Samantha (Cécile De France -Hereafter-), una dulce estilista quien después de un emocional y traumático primer encuentro, decide hacerse cargo del chico de forma temporal.

Gracias a ese fortuito choque entre ambos, sus solitarias vidas confluyen en una conmovedora unión llena de momentos dulces, más no empalagosos, y de situaciones tan difíciles como verosímiles.
No es una película con actores naturales, no es una oda al romanticismo parisino, y no es una cinta de acción con Monsieur Reno, pero sigue siendo cinema francés gracias a esa elegancia intrínseca en la dirección, las actuaciones, y el manejo del tema.

No es perfecta, porque el final es ligeramente precipitado, pero el desempeño del pequeño Thomas, su química en pantalla con Cécile, y la tranquila dirección de los hermanos Jean-Pierre y Luc Dardenne, hacen que esta cinta valga por completo la pena.