sábado, 2 de agosto de 2014

JEUX D’ENFANTS



Llegué a esta cinta con ojos ávidos de ver una de esas comedias románticas filosóficas que hacen tan elegante y fresco el cine Francés, pero salí francamente decepcionada. Debí verlo venir, si su protagonista era Marion Cotillard (cuyo único mérito actoral reside en verter lágrimas a voluntad), pero la presencia de Guillaume Canet (una especie de Patrick Dempsey galo), el premio del festival de Gijón que le otorgó el jurado juvenil, y mi amor por el franco-cinema me persuadieron de verla. 

La película tiene un ritmo inicial similar al de Amélie, con descripciones generales de las trágicas infancias de Sophie y Julien  -un par de adorables criaturas-, que hacen de la cinta una comedia trágica disfrutable en sus primeros minutos de inocencia infantil.

El problema comienza cuando de un juego de niños, pasamos a un juego de jóvenes adultos, que se ridiculizan y lastiman hasta el punto del no retorno... y la inverosimilitud.

Ponerse la ropa interior sobre la exterior, tener sexo en un baño con una enemiga ajena, vendarse los ojos en las vías de un tren que viene en camino, son algunos de los “¿Te atreves? /Me atrevo” que comparten los amigos, cuyas historias toman caminos aparte, cada vez más ridículos.

¿Que la película tiene un tinte surreal? Sí, por supuesto que lo tiene, y si hubieran sabido emplearlo el film hubiera resultado todo un éxito (para mí), pero es inconexo, confuso, tonto, aburrido, irritante y poco coherente con ese final “conceptual” empalagoso y digno de The Notebook.

Lástima hacer un mal review de cine francés, y más conociendo esa sorprendente Aux Yeux de Tous, pero esta melodía Parisina, resonará por poco tiempo en mi cerebro... como una canción vaga.

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