sábado, 2 de agosto de 2014

CLOUD ATLAS



Estelarizada por un elenco sobresaliente: Tom Hanks, Halle Berry, Jim Sturgess, Hugo Weaving, Hugh Grant, Jim Broadbent, Ben Wishaw, y Susan Sarandon, entre otros, la cinta es un intrincado y alucinante viaje hacia vidas interconectadas en el tiempo y el espacio, que cada uno de los espectadores verá bajo una óptica diferente.

Contar la(s) historia(s) sería desgastante y completamente inútil, porque es una producción que DEBE verse, sin embargo, pueden apreciarse las actuaciones, el ritmo y el argumento.

Las interpretaciones están a la altura de la situación, sobre todo la de Ben Wishaw como Robert Frobisher, un compositor homosexual en una época difícil, que resulta conmovedora; y la del sorprendente Jim Sturgess quien se mueve con soltura entre un personaje del pasado realista (Adam Ewing), y uno del futuro sci-fi (Hae-Joo Chang). La asombrosa koreana Doona Bae, interpreta a la camarera Sonmi-481 (y a una jocosa/violenta mejicana, y a Tilda, la pelirroja y pecosa prometida de Ewing), y de la mano de los roles de Sturgess, lleva la carga de romance intemporal, y filosofía concentrada en los derechos civiles. Tom Hanks me dejó un poco decepcionada porque a veces se torna sobreactuado y pareciera no tener ningún control sobre ello. Además la historia protagonizada por él, la del futuro tropical postapocalíptico, es una de las menos interesantes (para mí). Hugo Weaving es brillante como el villano del film, pero su mejor interpretación es la de la enfermera Noakes, en el relato que toma lugar en la actualidad, el más divertido, el de Timothy Cavendish (Jim Broadbent), un anciano que se niega a dejar de vivir su vida bajo sus propios términos.

La dirección de parte de los hermanos Wachowski, recordados por la famosa Matrix, y Tom Tykwer (Perfume: The Story of a Murderer), es bastante loable, porque debido a la multitud de historias y personajes, el espectador podría sentirse desubicado, pero eso no ocurre. Cada una de las piezas de este film tiene el ritmo y el tiempo adecuados para no saturar, ni aburrir.

El argumento es complejo, no es fácil de digerir debido a la multitud de detalles, y por eso debe prestarse especial atención a nombres y elementos mimetizados en el “background”; por lo demás es una deliciosa obra a la que tal vez no se le dé la importancia que realmente merece.
La veré de nuevo, probablemente más de una vez.

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