sábado, 18 de enero de 2014

THE WOLF OF WALL STREET



La más reciente unión de Martin Scorsese y Leonardo DiCaprio da como resultado una intensa comedia dramática llena de excesos y buenas actuaciones.

Jordan Belfort, interpretado por DiCaprio es un ambicioso aspirante a corredor de bolsa, cuyo sueño se ve tempranamente truncado debido a la aparatosa caída de uno de los mercados más rentables, en su primer día de trabajo. Sin embargo, gracias a su ahínco y decisión, Jordan comienza a buscar su propio éxito profesional... sin importar la legalidad del mismo. Y es ahí donde las cosas comienzan a salirse de control.
En su búsqueda de éxito a cualquier costo, Belfort conoce a Donny (un impresionante Jonah Hill), a quien no le molesta convertirse en su cómplice a pesar de las posibles consecuencias.

Más que una película sobre el triunfo profesional ilegal, la droga y el sexo, la cinta relata la lamentable y degradante transformación de un ser humano sin control sobre sus actos, y las repercusiones de los mismos sobre aquellos que lo rodean.

Actuaciones impresionantes -DiCaprio, Hill y la cortísima aparición de Mathew McConaughey-, eye-candy para los hombres con la hermosísima Margot Robbie -una especie de Barbarella con clase-, la narrativa poco acartonada, y un excelente tema, que de haberse desarrollado de otro modo hubiera resultado aburrido, son los elementos favorables.
¿Los no mucho? La duración de la cinta (casi tres horas) y los saltos en la musicalización (la mayoría de melodías van de acuerdo a la época de la historia, pero en dos o tres ocasiones suenan canciones demasiado modernas, como Everlong de Foo Fighters.)

Para resumir, es una muy buena cinta.
Está llena de detalles kitsch y desnudos gratuitos, pero vale la pena.

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