lunes, 9 de enero de 2017

THE GIRL ON THE TRAIN

Despues de leer muchas reseñas negativas, estaba preparada para que esta película fuera un bodrio infumable, pero me sorprendió ver que no es tal. No, no es la octava maravilla, pero tampoco es la tragedia cinematográfica que me comentaron varios conocidos.
Del director Tate Taylor (The Help, Get on up), The Girl on the Train es un thriller lleno de clichés, pero no por eso necesariamente malo.

Emily Blunt se luce en el papel principal, y nos deja ver claramente por qué es una de las mejores actrices de su generación. Allison Janney siempre cumple, y fue agradable verla en un rol de autoridad. Rebecca Ferguson y Haley Bennet interpretan -a mí parecer- figuras similares en su naturaleza pasiva, que trabajan para que el personaje de Blunt, a pesar de su carga tóxica y desesperante, se destaque. Luke Evans convence como esposo abusivo, igual que Justin Theroux, a pesar de tener tonos totalmente diferentes. Edgar Ramirez, la única presencia masculina positiva, me dejó un poco confundida, pero no por su actuación, sino por la aparente desconexión entre el nombre de su personaje y su evidente estatus de latino -¿o español?- en la película.
Aunque la última frase me dio vergüenza ajena, porque parece salida del diario de cualquier adolescente norteamericana, la cinta me entretuvo. No me tuvo al borde de la silla, porque es increíblemente predecible, pero a pesar de eso la disfruté. 

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