domingo, 26 de julio de 2015

MADAME BOVARY

Madame Bovary resulta increíblemente aburrida a pesar de su sobrecogedora belleza visual.

Con lánguidos planos de excesiva duración y silencios de insoportable longitud que hubieran podido llenarse con múltiples subtramas en el guión, esta adaptación de la novela de Gustave Flaubert es un pobre homenaje a la historia.

Mia Wasikowska entrega un performance soporífero para un personaje que se supone interesante, y tristemente Ezra Miller luce poco convincente en un rol de época, viéndose ridículo debido a su innata e inevitable modernidad. Logan Marshall-Green es incómodo de ver y lo lleva a uno a fantasear con Tom Hardy o Charlie Hunnam, quienes probablemente le hubieran sacado buen jugo a ese papel. Paul Giamatti y -sobretodo- Henry Lloyd-Hughes son demasiado discretos por su propio bien.
Rhys Ifans es uno de los pocos aspectos positivos de la película, debido a la riqueza de tonos en su personaje y a su forma -siempre- efectiva de actuar. 

Decepcionante es poco.
Tal vez el impacto negativo en mí fue mayor, porque esperaba mucho más, pero desvinculándome de mi admiración por la novela y por el reparto de la cinta -en especial Ezra Miller- de verdad pienso que la versión de Sophie Barthes de la famosa adúltera francesa deja mucho que desear.

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