Si hay una producción norteamericana que se burle de la
subcultura pop del Tío Sam, es definitivamente ésta.
Dirigida por Evan Goldberg y Seth Rogen, y protagonizada por
Rogen, Jay Baruchel, James Franco, Jonah Hill, Craig Robinson y Danny McBride -interpretándose
a sí mismos-, This is the end es una comedia apocalíptica desarrollada en medio
la depravación Hollywoodense tan llena de desproporciones que resulta cómica hasta
su ridículo final.
El argumento es este: El apocalipsis se ha desatado con toda
la parafernalia bíblica, aniquilando a una cantidad grotesca de actores cómicos
(un degenerado Michael Cera incluido) y a artistas contemporáneos de la talla
de Rihanna (oh, if only...), obligando a los protagonistas a refugiarse en la
casa de Franco para intentar sobrevivir.
Las discusiones no se hacen esperar, principalmente por la
comida y el comportamiento insoportable de McBride, que actúa como detonante
para cambios mayores.
En medio del apocalipsis externo, tenemos el interno: envidia,
avaricia, discusiones de poder, posesiones demoníacas...
Okay, tal vez sea demasiado para algunos, porque no resulta simple
ponerse a tono con la situación de la película, y más aún después de un
comienzo “normal”, pero una vez enganchado, el espectador disfruta de un viaje
surreal y psicodélico a través de una de las mejores comedias de los últimos
años.
PD: El final es delicioso, absurdo, divertido, vergonzoso. Digno
de la cinta.