domingo, 15 de enero de 2017

MOONLIGHT

Ví esta película esperando violencia explícita, y me dejó gratamente sorprendida la sutileza con la que manejaron los elementos delicados. También me sorprendió la juventud de su director Barry Jenkins (37 años), y la madurez de su trabajo.
Moonlight no es la típica película dramática sobre guetos y drogadicción, con escenas amarillistas y prolongados e innecesarios despliegues de poder, se centra enteramente en la vida de Chiron, y todo lo demás pasa a ser sólo parte de un paisaje que lo enriquece a él.
La película no nos desconecta, a pesar de su narrativa dividida en tres tiempos, y eso es algo bueno, porque además de tiempos, también cambia de actor principal sin ningún tipo de trauma para el espectador.
Little, como llaman a Chiron durante su niñez, es una criatura apocada e inocente, interpretada de forma conmovedora por Alex Hibbert. El Chiron adolescente (Ashton Sanders), es una bomba de tiempo, detonada por la mayoria de personas a su alrededor, incluso su madre. El Chiron adulto, llamado Black (apodo dado por su mejor amigo durante su adolescencia), es un hombre cansado, con un exterior rudo, que contrasta de forma sorpresiva con su aún latente fragilidad.
Curiosamente, las mujeres en la vida del personaje principal no fueron cambiadas dependiendo de la época. Su madre, interpretada por una extraordinaria Naomi Harris (Skyfall, 28 days later), una mujer llena de errores a quien vemos caer en la droga de forma hasta grotesca, sería la carga femenina "negativa", siendo la positiva Janelle Monae (cantante incursionando recientemente en la actuación con Moonlight y Hidden Figures), en el rol de Teresa, la dulce y comprensiva novia de Juan, el vendedor de crack que resulta ser lo más parecido a una figura paterna para Chiron.
Este narcotraficante, a quien le dio vida Mahershala Ali (Luke Cage, The Hunger Games; Mockingjay, The Curious Case of Benjamin Button), resulta increíblemente dulce a pesar de sus actividades delictivas, y es uno de los personajes que más se disfrutan, sin importar su corta duración.
Esta cinta basada en la historia "A la luz de la luna, los chicos negros se ven azules" de Tarell Alvin McCraney, me conmovió profundamente y me hizo ver que algunas veces el tipo de cine que no es de nuestra preferencia, puede dejarnos más satisfechos que el que sí lo es.

No hay comentarios:

Publicar un comentario